La vida judía en la República Checa fue renacida después de la revolución en 1989. Una de las personas más importantes de este proceso es el único rabí en la República Checa – rabí de Praga –
Karol Sidon, quién entró en su puesto en el ańo 1992. Unos 3.000 judíos de la República Checa (1.300 son de Praga) se identificaron con la comunidad. Se organizaban conferencias, clases, eventos culturales y sociales.
La orientación ritual de la comunidad era estrictamente ortodoxa. Esto marginó algunas personas, particularmente los jóvenes de los matrimonios mixtos. Ellos se sentaron con los judíos pero según halakhah no lo eran. Muchos de ellos se sentían atraídos por el grupo alternativo de Havurah – Bet Simcha. Este grupo funcionaba al margen de la comunidad judía oficial y sirvió para ellos, quienes no eran judíos según halakhah, pero querían participar en las actividades judías.
En el ańo 1994 fue formado otro grupo judío “liberal” – Bet Praha. En este grupo eran sobre todo judíos de Estados Unidos, Inglaterra y Canadá con residencia en Praga.
Muchas de las propiedades de la comunidad judía antes del ańo 1938 fueron devueltas a la comunidad. La propiedad más significante es el Museo Judío de Praga. Incluye la colección Judaica, sinagogas, otros edificios y el cementerio. Todo fue devuelto en Octubre de 1994. Este proceso era acompańado por las protestas de los extremistas y skinheads con sus eslóganes antisemíticos.