Aunque por su extensión las tierras checas (Bohemia y Moravia) no parecen importantes, por su localización en el corazón de Europa han sido el cruce de las rutas comerciales y las culturas desde su historia temprana. Aquí se combinaban las influencias del Mediterráneo con las del Este Ortodoxo, pero a partir del siglo 10, las influencias del Oeste Latino subieron para formar el área de cultura. Gracias a su localización, las tierras checas no eran sólo el lugar de los cambios culturales, pero también el destino de muchos ataques de sus fuertes vecinos. El esfuerzo de resistir esta presión y la necesidad de desarrollar las bases administrativas resultaron en el amplio sistema de las sedes feudales del estilo occidental. Estas estructuras de los diseńos y funciones diferentes reemplazaron las antiguas sedes eslavas del siglo 12.
Las rondas modestas y los
castillos defensivos, construidos encima de las rocas y colinas y rodeadas por agua, contrastaban con los castillos preciosos construidos como símbolo de la fuerza real. Estas magníficas sedes feudales fueron construidas sobre todo en la segunda mitad del siglo 13, durante el reinado de los últimos Premislidas.
Pero el verdadero auge de las actividades arquitectónicas llegó en la mitad del siglo 14 durante el reinado del Emperador
Carlos IV. En esta época Bohemia llegó a ser el centro del imperio más fuerte de la Europa Central.
Con el nuevo estilo de vida en la mitad del siglo 16 se empezaron a construir casas solariegas y palacios cómodos y eclesiásticos. Los
palacios fueron construidos sobre todo en las tierras bajas, fácilmente accesibles y su número subía rápidamente. Los palacios servían como casas residenciales, los lugares de vacaciones o los centros administrativos. Sus estilos dependen de la época de su construcción y también de la riqueza de sus dueńos.
Aunque durante la segunda guerra mundial algunos objetos fueron destruidos, actualmente en Bohemia y Moravia hay
más de dos mil de castillos, palacios, torres y ruinas preservadas. Pocos países de Europa tienen esta densidad. La mayoría de los castillos abren para el público y representan colecciones del arte y del patrimonio cultural.