Hradec Kralove, antiguamente una ciudad real y actualmente una ciudad regional, se encuentra en las tierras bajas del río Labe, en la confluencia de Labe y Orlice. En el siglo 9 aquí, en la colina encima la confluencia, se erigió una población fortificada. Durante los siglos 12 y 13 se empezó a convertir en una ciudad. Lo anotó en un documento del rey Premysl Otakar I ya en 1225. En el siglo 13 se construyó un nuevo castillo real gótico.
En el siglo 14, Hradec perteneció a las ciudades más importantes de Bohemia. El factor que en 1306 Hradec se hizo la ciudad dotada de las reinas checas Eliska Rejcka y Eliska Pomoranska, comprueba su importancia. El edificio más grande de aquella época es la
Catedral del Espíritu Santo.
Durante las guerras husitas en el principio del siglo 15, Hradec Kralove fue uno de los centros husitas. Durante aquella época, muchos monumentos históricos fueron destruidos, incluyendo el palacio real. El desarrollo cultural nuevo empezó en la segunda mitad del siglo 15 y continuó en la época siguiente, cuando la ciudad fue reconstruida en el estilo renacentista. Los relictos más valuables son la Madona gótica flamígera y la colección de manuscritos iluminados – el más famoso es el Libro del Himno Franus. El edificio más importante de aquella época era la Torre Blanca levantada entre 1574-80. Allí está la segunda campana más grande de Bohemia-Augustin.
Durante la guerra de los treinta ańos, la ciudad fue dańada algunas veces y muchos sitios fueron destruidos. El nuevo desarrollo cultural y arquitectónico vino con la llegada de los Jesuitas y con la fundación del obispado de Hradec Kralove. Esta es la razón por la que muchos objetos conservados tienen el carácter religioso. Los edificios barrocos construidos durante el siglo 17 y en el principio del siglo 18 cambiaron no solo el carácter de la ciudad, sino también el carácter de su panorama.
La construcción barroca más importante es la
Residencia del obispo. La construyó entre los ańos 1709-1716 el arquitecto excepcional Giovanni Santini. La iglesia de la Asunción de Virgen Maria fue diseńada en los ańos 1654-1666 por otro arquitecto famoso – Carlo Lurago. A la iglesia pertenecía el Colegio Mayor de Jesuitas construido entre 1671-1710. Después de la abolición de la orden Jesuita, el colegio mayor se convirtió en una escuela primaria donde enseńaban muchas personas prominentes. Entre l709-1714 se construyeron la iglesia de Juan de Nepomuk con el Seminario del Obispo. En el lugar de la capilla antigua construyó Giovanni Santini la nueva
capilla de San Clemente. La reconstrucción
barroca afectó a la ciudad entera. Unas de las casas mejor preservadas pertenecen la Residencia de Canon cerca de la Catedral del Espíritu Santo y la casa “U Spulaku”.
En 1765 el emperador José II decidió convertir Hradec Kralove en fortaleza militar. Así cambió totalmente la ciudad y sus alrededores. Las afueras extensas se tiraron abajo y la ciudad se encerró en murallas masivas. La construcción terminó en 1789 y la fortaleza era una realización extraordinaria para su época, pero su importancia militar se reducía gradualmente. Este factor era evidente en la batalla entre Austria y Prusia en 1866, cuando la fortaleza ya no servía para nada. Después de negociaciones largas la ciudad consiguió comprar los terrenos de la fortaleza. La demolición posterior continuó hasta los ańos treinta del siglo 20.
Gracias a la providencia de los representativos de la ciudad en el final del siglo 19, en 1884 se organizó una competición internacional para un nuevo plan de construcción. Desde entonces los planes se modificaron algunas veces. El plan más famoso lo hizo en 1926-28 el arquitecto famoso Josef Gocar. Desde el principio del siglo 20 se construyeron, sobre todo en la ribera derecha del Labe, complejos urbanos con diseńos espectáculares según los mejores arquitectos checos. Ya en los ańos treinta, Hradec se hizo la ciudad más moderna de la República Checa. Después de la segunda guerra mundial los proyectos continuaron según el
concepto espacial de Gocar. A pesar de restricciones en los ańos 50-80, arquitectos de Hradec Kralove lograron mantener el concepto original.