Bruntal está situado en el norte de Moravia, entre bosques extensos y crece uno de los mejores lugares de partida para poder conocer las Montańas Jeseniky. La cordillera de Jeseniky es tal vez la reserva natural más valiosa de la República Checa. La historia de Bruntal empezó en las postrimerías de los siglos 12 y 13 durante la colonización de las Montańas Jeseniky. En el siglo 17 la ciudad prosperó gracias a la extracción de metales preciosos, que hasta hoy rememora el minero en el escudo de la ciudad. La industria se desarrolló en los siglos 18 y 19 cuando se establecieron algunas fábricas de textil, un hospital público y escuelas secundarias. Los rasgos típicos de la edad de la colonización son la red rectangular de las calles y la plaza con forma cuadricular.
Nuevas tiendas, restaurantes, bodegas y bares intentan ajustarse al ambiente tradicional de la arquitectura antigua – la mayoría tiene rasgos barrocos y clasicistas. La colección arquitectónica de Bruntal consiste en un palacio, una muestra del renacimiento escandinavo más tarde convertido al barroco, la iglesia parroquial de la Asunción de Virgen Maria del siglo 13, una iglesia con un monasterio de los Piaritas, la
capilla de San Michael de 1674, la iglesia barroca de Virgen Maria de 1755 encima de la colina Uhlirsky etc. Bruntal tiene una posición estratégica para los turistas.
El paisaje precioso de las montańas Jeseniky está entrelazado por una red de sendas turísticas. El clima local bastante duro es perfecto para los esquiadores y los amantes de deportes de invierno. El pico más alto de las montańas Jeseniky –
Praded – suele tener cada invierno una capa de nieve de 150-200 cm. En la ciudad de Bruntal hay también bastantes gimnasios, una piscina, una pista de patinar sobre hielo. Aparte de deportes, Bruntal ofrece un equilibro en la vida cultural y social. El
Museo de la Ciudad mantiene algunas exposiciones permanentes y temporales. En general – Bruntal ofrece una mezcla buena para pasar vacaciones – su historia, su naturaleza hermosa y sus monumentos antiguos y modernos.
Aunque el territorio estaba poblado ya durante la prehistoria, la mayor ola de colonización empezó en los siglos 13 y 14 y está conectada con la minería. Después de una declinación causada por las guerras en el siglo 15 volvió la prosperidad un siglo más tarde basada en la minería de plata (Rymarov), mineral de hierro (Mala Moravka) y el florecimiento de manufacturas. La guerra de los treinta ańos significó otra catástrofe para la región y la siguió la bajada de la población. La producción técnica se estableció de nuevo en el siglo 18 y en el mismo siglo fue fundado el
balneario Karlova Studanka. En aquella época los habitantes eran de mayoría alemanes.
En las postrimerías de los siglos 19 y 20 se desarrollaron producciones de textil, papel y cristal. Este boom era influido por el desarrollo del transporte, sobre todo del ferrocarril que facilitó la exportación de productos – especialmente textiles – por todo el mundo.
Después del ańo 1918, el distrito era parte de Checoslovaquia, pero después del ańo 1938 fue incluido al territorio llamado “Sudetska zupa” que se hizo parte de Alemania. Enseguida después de la liberación en 1945 empezó un programa extenso de repoblación y durante el ańo 1946 la mayoría de los habitantes alemanes eran forzados a abandonar sus casas.
La época del socialismo introdujo una amplia industrialización al distrito y aparte de los sectores tradicionales se desarrollaron también la ingeniería y la metalurgia. La agricultura devastada después de la segunda guerra mundial no fue renovada y el sistema de agricultura causó una bajada de la población, sobre todo en las áreas a lo largo de fronteras. En las áreas somontanas se construyeron unas extensas manufacturas de madera y también de materiales plásticos.